Reproducimos la noticia que ayer se daba en Italia –y publicó en España La Vanguardia– sobre el descubrimiento de una anotación en el diario doméstico de un convento de monjas romano, que hace referencia a algo que ya se sabía por testimonios orales: que Pío XII había dado instrucciones para que las casas religiosas acogieran en la relativa seguridad de sus muros a los perseguidos por los nazis durante la ocupación alemana de Roma. Como se sabe, muchos monasterios, conventos y residencias de órdenes y congregaciones abrieron sus puertas a los proscritos, muchas veces con grave peligro para sus habituales moradores. Recordemos que sor Margherita Marchione, gran defensora de la memoria de Pío XII, ha dicho en más de una ocasión que su entrega a esta causa tuvo su origen en el testimonio de sus hermanas de hábito, las hermanas Maestre Pie Filippini, las cuales le contaron cómo lograron salvar a decenas de judíos en las casas romanas del instituto. El asunto ha sido incluso tema cinematográfico: ya hicimos referencia a la película Conspiracy of Hearts (Las Conspiradoras) de 1960. Ahora ya tenemos una confirmación incontestable de la parte que cupo al gran papa Pacelli, a cuya acción directa e indirecta debieron el salvar sus vidas muchísimos hijos del pueblo de Israel.
Ciudad del Vaticano, miércoles 4 de marzo.- Pío XII ayudó a los judíos durante la persecución nazi. La conducta del discutido Papa emerge de un nuevo documento escrito extraído del Memorial de las Religiosas Agustinas del Monasterio de los Cuatro Santos Coronados: “El Santo Padre quiere salvar a sus hijos; también a los judíos, y ordena que en los monasterios se dé hospitalidad a estos perseguidos”. La anotación, fechada en noviembre de 1943, trae la lista de 24 personas, acogidas en el monasterio en adhesión –hay que subrayarlo– al deseo del Sumo Pontífice.
«Un precioso testimonio», ha comentado a Radio Vaticano, en entrevista concedida a Roberta Gisotti, el padre Peter Gumpel, jesuita e historiador acreditado, relator de la causa de beatificación de Pío XII. «Se trata de un documento que yo mismo he obtenido de las religiosas agustinas, un documento escrito: por eso es importante. No es el único testimonio que tenemos sobre el asunto. Existen numerosas declaraciones orales, no sólo de religiosas y sacerdotes, sino también de otras personas, pero faltan a menudo testimonios contemporáneos escritos y esto ha dado pie a algunos –que continúan atacando a Pío XII– para argüir que no hay documentos que prueben que el Papa haya hecho algo durante la redada de judíos que tuvo lugar el 16 de octubre de 1943 [en el Ghetto de Roma], lo cual es una completa falsedad. Lo cierto (y se debe insistir en ello) es que en tiempos de persecución y en circunstancias como las que entonces se vivían en Roma, una persona prudente no ponía muchas cosas por escrito pues había el peligro de que los papeles cayeran en manos de los enemigos y éstos adoptaran medidas todavía más hostiles contra la Iglesia Católica. La obra de salvamento de Pío XII –atestiguada, por otra parte, también por muchas fuentes judías– se desarrolló a través de mensajeros personales, sacerdotes, que eran enviados a las diversas instituciones y casas católicas aquí, en Roma (universidades, seminarios, parroquias, conventos de monjas, casas de religiosos), siempre con el mensaje: “Abrid vuestras puertas a todos los perseguidos por los nazis”, lo que valía, en primer lugar naturalmente, para los judíos».
«Existen dos documentos escritos. Uno fue enviado al obispo de Asís, monseñor Nicolini, el cual lo hizo ver a su colaborador el reverendo Brugnazzi: ambos fueron más tarde reconocidos por el Yad Vashem como “justos entre las naciones”. Aquí, en Roma, tenemos ahora el documento que aporta la crónica de las religiosas agustinas de clausura. Repito: es una ulterior confirmación que puede ser útil frente a aquellos que persistentemente quieren denigrar a Pío XII y, con ello, atacar a la Iglesia Católica».
¿Un documento, pues, que contribuirá a hacer avanzar la causa del papa Pacelli? El padre Gumpel se muestra optimista: «¡Espero que sí! El último veredicto que ha tenido la causa de beatificación de Pío XII ha tenido lugar el 9 de mayo de 2007, cuando los trece prelados –entre cardenales y obispos– que conforman el más alto tribunal de la Congregación para las Causas de los Santos se pronunciaron unánimemente a favor de la declaración de heroicidad de virtudes de este pontífice. Al día de hoy estamos a la espera de la firma del decreto por parte de Su Santidad».
Fuentes: AP y ASCA
«Existen dos documentos escritos. Uno fue enviado al obispo de Asís, monseñor Nicolini, el cual lo hizo ver a su colaborador el reverendo Brugnazzi: ambos fueron más tarde reconocidos por el Yad Vashem como “justos entre las naciones”. Aquí, en Roma, tenemos ahora el documento que aporta la crónica de las religiosas agustinas de clausura. Repito: es una ulterior confirmación que puede ser útil frente a aquellos que persistentemente quieren denigrar a Pío XII y, con ello, atacar a la Iglesia Católica».
¿Un documento, pues, que contribuirá a hacer avanzar la causa del papa Pacelli? El padre Gumpel se muestra optimista: «¡Espero que sí! El último veredicto que ha tenido la causa de beatificación de Pío XII ha tenido lugar el 9 de mayo de 2007, cuando los trece prelados –entre cardenales y obispos– que conforman el más alto tribunal de la Congregación para las Causas de los Santos se pronunciaron unánimemente a favor de la declaración de heroicidad de virtudes de este pontífice. Al día de hoy estamos a la espera de la firma del decreto por parte de Su Santidad».
Fuentes: AP y ASCA
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