27 de septiembre de 2008

Argentina conmemora el Cincuentenario Pacelliano

Pío XII está especialmente vinculado a la nación argentina por haber visitado la República del Plata en 1934 siendo secretario de Estado de Pío XI, quien lo había enviado como legado a latere para presidir en su nombre el XXXII Congreso Eucarístico Internacional de Buenos Aires. La estancia del cardenal Eugenio Pacelli se prolongó entre el 9 y el 14 de octubre y significó un revulsivo no sólo para la Iglesia argentina, sino para todo el catolicismo hispanoamericano. Tengamos en cuenta que en aquella época los Papas no viajaban y el número de purpurados era notablemente menor que en la actualidad, por lo que la visita de un cardenal legado constituía un gran acontecimiento eclesial.

De todas partes de América llegaron obispos y delegaciones, acogidos por el ilustre arzobispo bonaerense monseñor Santiago Luis Copello (quien más tarde sería creado cardenal por Pío XI), anfitrión del Congreso Eucarístico, el recuerdo de cuyas jornadas ha perdurado hasta el presente. Por su parte, la figura del cardenal Pacelli, ya de por sí impactante, cobró para los argentinos una dimensión especialísima al convertirse en el papa Pío XII en 1939. Ni siquiera la crisis de las relaciones Iglesia-Estado bajo el segundo mandato de Perón (que llevó a la excomunión del general) y la propaganda anticatólica desatada por el gobierno lograron empañar la admiración y devoción a la persona del pontífice que años atrás había puesto pie en el país dejando una huella imborrable.

Con motivo del cincuentenario de Pío XII se llevará a cabo un programa conmemorativo en la ciudad y archidiócesis de la Plata, organizados gracias al tesón de devotos argentinos del gran papa Pacelli que nos dan ejemplo a todos los demás. A continuación ofrecemos el detalle de los actos que tendrán lugar, no sin antes agradecer públicamente a don Gabriel Walter Gómez, miembro del SIPA por todas las gestiones que personalmente ha llevado a cabo y que han confluido en este feliz resultado.


PROGRAMA DE HOMENAJES

Viernes 3 de Octubre

19.30 hs.: Solemne Misa en la Iglesia Catedral de La Plata.
Celebrada por el R. P. Hernán Remundini.

20 hs: Dr. Hugo Verdera
“La leyenda negra contra Pío XII”

Jueves 9 de Octubre

18 hs.: Inauguración de una muestra gráfica sobre la vida y
pontificado del Siervo de Dios Pio XII.

20 hs.: Prof. Juan José Alonso Grela
“Pío XII. Imagen de un santo de su tiempo”.

Viernes 10 de Octubre

18 hs.: Proyección del documental
“Congreso Eucarístico Internacional de 1934”

20 hs.: Proyección del documental
“Pastor Angelicus”

Viernes 17 de Octubre

20 hs.: Sra. Marta Olivero
“La revolución anticristiana, a la luz del magisterio de Pío XII”

Viernes 24 de Octubre

20 hs.: Dr. Mario Caponnetto
“Pío XII y la moral médica: un pensamiento precursor”

Viernes 31 de Octubre

20 hs.: R. P. Fr. Gustavo del Santísimo Sacramento, cap. r.
“Pío XII y los grupos de oración”

25 de septiembre de 2008

Pío XII y el Rey de España




El 26 de enero de 1938, hace setenta años, Su Eminencia Reverendísima el cardenal Eugenio Pacelli, secretario de Estado de Su Santidad el papa Pío XI, bautizaba al hijo del infante don Juan de Borbón y Battenberg, tercer hijo varón del rey don Alfonso XIII, y de doña María de las Mercedes de Borbón-Dos Sicilias y Orléans, nacida princesa de las Dos Sicilias. La ceremonia tuvo lugar en la capilla del Palacio Magistral de la Soberana Orden de los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta, sito en la via Condotti de Roma, ciudad natal del pequeño dinasta, al que fue impuesto el nombre de Juan Carlos Alfonso Víctor María de Todos los Santos.

Fueron sus padrinos: su abuela paterna la reina doña Victoria Eugenia y su abuelo materno el infante don Carlos de Borbón Dos Sicilias. Este último, al estar ausente, fue representado por el infante don Jaime, duque de Segovia, hermano mayor de don Juan y tío del bautizando. A la ceremonia asistieron, entre otros, la reina Elena de Italia, nacida princesa de Montenegro, consorte del rey Víctor Manuel III, y las infantas doña Beatriz, princesa Torlonia, y doña María Cristina, por entonces aún soltera. Don Alfonso XIII impuso al neófito las insignias de la Orden del Toisón de Oro. Después se dio una pequeña recepción en el Grand Hotel de Roma, donde a la sazón residía el ex rey de España.

El cardenal Pacelli ya había dado las aguas de la regeneración dos años antes a otro príncipe de la Casa de Borbón: don Alfonso, el hijo mayor del duque de Segovia, también nacido en Roma y que andando el tiempo se convertiría en el primogénito de los Capetos, con todas las consecuencias que ello supone. El futuro Pío XII estuvo, pues, mantuvo cordiales relaciones con la Casa de Borbón, lo que no se desmentiría a lo largo de su extenso pontificado.

Es en atención de esta circunstancia por lo que el SIPA decidió escribir a Su Majestad el Rey hace varios meses, invitándole respetuosamente a unirse a la conmemoración del cincuentenario del papa que le bautizó siendo todavía cardenal. Se espera que don Juan Carlos I tenga la bondad de manifestar su adhesión de algún modo, lo cual le honraría como soberano católico y como fiel cristiano agradecido a quien le dio entrada en la vida de la gracia.




21 de septiembre de 2008

Sor Margherita Marchione habla para el SIPA


El pasado 17 de septiembre tuvimos el honor y el placer de ser recibidos por Sor Margherita Marchione en la residencia que tiene la Congregación de Hermanas Filipenses en la Via delle Fornaci de Roma. La religiosa ítalo-americana, conocida en todo el mundo por su intensa labor en defensa de la memoria del papa Pío XII, se encuentra en Europa para unirse a la conmemoración del cincuentenario de su piadoso tránsito (1958-2008). La semana que acaba de pasar asistió (como ya informáramos anteriormente) al simposio organizado por la Pave the Way Foundation de Nueva York, siendo recibida con los demás participantes por el Santo Padre Benedicto XVI en audiencia privada en Castelgandolfo. También tomará parte en la peregrinación internacional de octubre en honor del papa Pacelli, siendo una de las invitadas de honor de la misa pontifical del 8 de octubre en la Capilla Paulina de Santa María la Mayor y asistiendo a la misa papal en San Pedro el 9, día exacto del aniversario piano.

Sor Margherita ha tenido la bondad y deferencia de concedernos una breve entrevista que ofrecemos a continuación en inglés y en su traducción española respectiva:

SIPA: Sister Margherita, we understand that you met Pope Pius XII, what was your impression of him?
Sr Margherita: I met Pius XII in 1957. When I think of him today, I still see him and feel that he was a saintly Pope. He was an inspiration.

SIPA: How you became the great defender of Pope Pacelli's memory you are?
Sr Margherita: When I learned that our Sisters in Rome saved 114 Jews during the Nazi occupation of Rome in 1943, I felt that the story had to be told and wrote my first book, Yours Is a Precious Witness after interviewing Jews who were saved in the convents and monasteries of Rome.

SIPA: How Pope Pius XII is considered in the United States? We remember that Cardinal Spellman was a great friend of Him since the time by which the then Cardinal Pacelli visited the US in 1936.
Sr. Margherita: Yes, in the United States Pius XII is loved and appreciated. In fact, I have a small museum. Recently I also received the gift of the shoes of Pius XII which belonged to Cardinal Spellman!

SIPA: You have participated in the symposium on Pius XII organized by the Pave the Way Foundation, do you think that there is a change of attitude towards Pius XII on the behalf of Jewish people?
Sr Margherita: Yes, indeed. The group of American Jews has great respect for Pius XII.

SIPA: What do you think about the speech of the Holy Father Benedict XVI in which He called Pius XII, "my beloved predecessor"? Is this a sign that the cause of beatification is consistently advancing?
Sr Margherita: I am quite sure that the cause for the beatification of Pius XII will proceed.

Traducción española:

SIPA: Sor Margarita, tenemos entendido que Vd. Fue recibida por el papa Pío XII, ¿qué impresión le causó?
Sor Margherita: Conocí a Pío XII en 1957. Cuando hoy pienso en él es como si todavía lo viera y siento que fue un santo papa. Es un ejemplo.


SIPA: ¿Cómo se convirtió en la gran defensora de la memoria de Pío XII?
Sor Margherita: Cuando me enteré que nuestras Hermanas de Roma habían salvado a 114 judíos durante la ocupación nazi en 1943, sentí que la historia tenía que ser contada y escribí mi primer libro, El vuestro es un precioso testimonio, después de entrevistar a judíos que fueron salvados en conventos y monasterios de Roma.

SIPA: ¿Cómo es considerado Pío XII en los Estados Unidos? Recordamos que el cardenal Spellman fue un gran amigo suyo de los tiempos en los que, como cardenal Pacelli, visitó los Estados Unidos en 1936.
Sor Margherita: Sí, en los Estados Unidos Pío XII es amado y apreciado. De hecho, tengo un pequeño museo en su memoria. Recientemente recibí como obsequio unos zapatos de Pío XII que habían acabado perteneciendo al cardenal Spellman.

SIPA: Vd. Ha participado en el simposio sobre Pío XII organizado por la Pave the Way Foundation, ¿cree que hay un cambio de actitud de los judíos hacia este papa?
Sor Margherita: La verdad es que sí. El grupo de judíos norteamericanos tiene un gran respeto por Pío XII.

SIPA: ¿Qué piensa del discurso del Santo Padre Benedicto XVI en el que llama a Pío XII “mi amado predecesor”? ¿Es esto un signo de que la causa de beatificación avanza sólidamente?
Sor Margherita: Estoy completamente segura de que la causa de beatificación de Pío XII va a progresar.

19 de septiembre de 2008

Misa Pontifical gregoriana por Pío XII en Santa María la Mayor



El SODALITIVM INTERNATIONALE PASTOR ANGELICVS tiene el gozo y el honor de participar la celebración de una misa pontifical en la forma extraordinaria del rito romano en memoria de Pío XII, al cumplirse este año el cincuentenario de su piadoso tránsito. La solemne ceremonia tendrá lugar el miércoles 8 de octubre próximo, a las 11 de la mañana, en la Capilla Paulina (Borghese) de la basílica romana de Santa María la Mayor. Oficiará el Emmo. Sr. Cardenal Castrillón Hoyos, presidente de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei.

La Capilla Paulina tiene un especial significado en esta ocasión, al haber sido el marco en el que el joven sacerdote Eugenio Pacelli (ordenado la víspera), celebró su primera misa el 3 de abril de 1899, delante del venerado icono de la Santísima Virgen bajo al advocación de Salus Populi Romani (Salvación del pueblo romano). En 1939, ya convertido en papa, Pío XII, volvería a oficiar la santa misa en el mismo recinto para conmemorar los cuarenta años de su ordenación sacerdotal.

Con este solemne acto litúrgico, la peregrinación internacional con motivo del año pacelliano tendrá un comienzo magnífico para continuar al día siguiente con la misa papal por Pío XII en la basílica del Príncipe de los Apóstoles. El SIPA quiere desde ya expresar su más profundo agradecimiento al Emmo. Sr. Cardenal Castrillón Hoyos por su benevolencia y deferencia al aceptar honrar la santa memoria de Pío XII de esta inmejorable manera. También queda muy reconocido tanto al Excmo. Sr. Obispo Mons. Franco Gualdrini, prefecto de la sacristía de la basílica de Santa María la Mayor (que gentilmente ha cedido la Capilla Paulina para la ocasión), como a todas las personas que han interpuesto sus buenos oficios para este feliz resultado.

La Fraternidad Sacerdotal de San Pedro (FSSP) en Roma, gracias al R. P. Joseph Kramer, párroco de la Trinità dei Pellegrini (parroquia personal de rito romano extraordinario en la Urbe), proporcionará su valiosa asistencia litúrgica y musical. Vaya también para ella y para el Sr. Párroco nuestra gratitud. Así pues, todos los devotos y simpatizantes de Pío XII quedan convocados a la misa pontifical del 8 de octubre, a los pies de la Santísima Virgen y en su basílica, cabeza y madre de todas las iglesias marianas de Roma y del mundo.

18 de septiembre de 2008

Benedicto XVI habla sobre su amado predecesor Pío XII


En esta semana (15-17 de septiembre) ha tenido lugar en el Palazzo Salviati alla Lungara (Roma) un simposio promovido por la Pave the Way Foundation, organización con sede en Nueva York, presidida por el judío estadounidense Gary L. Krupp y que agrupa, entre otros, a un buen número de rabinos de los Estados Unidos. El tema ha sido la figura de Pío XII, más que oportuno en el contexto de la conmemoración del cincuentenario de su tránsito y cuando crecen las voces que hablan de una inminente beatificación. Esta iniciativa es tanto más importante cuanto que generalmente se cree que los judíos,en general son contrarios, al papa Pacelli y nada es más falso. Lo que pasa es que ciertas minorías del mundo hebreo que sí son hostiles a su venerable memoria cuentan con mayor financiación, poder y resonancia.


Han participado en el evento romano: el obispo Monseñor Sergio Pagano, prefecto del Archivo Secreto Vaticano; el R.P. Peter Gumpel, historiador jesuita y relator de la causa de beatificación de Pío XII; el R.P. Pierre Blet, también jesuita e historiador (es un gran experto en la historia de las representaciones diplomáticas pontificias) y compilador de las actas y documentos de la Santa Sede relativos a la Segunda Guerra Mundial; Martin Gilbert, biógrafo de Churchill, Sor Margherita Marchione, Doctora en Filosofía y autora de numerosos libros en defensa de Pío XII, y el vaticanista Andrea Tornielli, a quien se debe una documentada biografía reciente del papa Pacelli.


El Santo Padre Benedicto XVI recibió hoy en audiencia privada, en la villa papal estival de Castelgandolfo, a los organizadores y participantes del simposio sobre Pío XII, dirigiéndoles la alocución que transcribimos a continuación en el inglés original y que, a no dudarlo, constituirá un importante hito en los pronunciamientos que sobre Pío XII han ido haciendo sus sucesores en el santo solio. He aquío el texto, tal como aparece en boletín de la sala de prensa vaticana del día de hoy:


UDIENZA AI PARTECIPANTI AL SIMPOSIO PROMOSSO DALLA "PAVE THE WAY FOUNDATION"


Discorso del Santo Padre


Dear Mr Krupp,
Ladies and Gentlemen,


I am happy to meet with you at the conclusion of the important symposium organized by the Pave the Way Foundation. I know that many eminent scholars have participated in this reflection on the numerous works of my beloved predecessor - the Servant of God Pope Pius XII - accomplished during the difficult period around the time of the second world war. I warmly welcome each of you especially Mr Gary Krupp, President of the Foundation, whom I thank for the kind words expressed on your behalf. I am grateful to him for informing me how your work has been undertaken during the symposium. You have analyzed without bias the events of history and concerned yourselves only with seeking the truth. I also greet those accompanying you on this visit, as well as your family members and loved ones at home.


The focus of your study has been the person and the tireless pastoral and humanitarian work of Pius XII, Pastor Angelicus. Fifty years have passed since his pious death here at Castel Gandolfo early on the ninth of October 1958, after a debilitating disease. This anniversary provides an important opportunity to deepen our knowledge of him, to meditate on his rich teaching and to analyze thoroughly his activities. So much has been written and said of him during these last five decades and not all of the genuine facets of his diverse pastoral activity have been examined in a just light. The aim of your symposium has been precisely to address some of these deficiencies, conducting a careful and documented examination of many of his interventions, especially those in favour of the Jews who in those years were being targeted all over Europe, in accordance with the criminal plan of those who wanted to eliminate them from the face of the earth. When one draws close to this noble Pope, free from ideological prejudices, in addition to being struck by his lofty spiritual and human character one is also captivated by the example of his life and the extraordinary richness of his teaching. One can also come to appreciate the human wisdom and pastoral intensity which guided him in his long years of ministry, especially in providing organized assistance to the Jewish people.


Thanks to the vast quantity of documented material which you have gathered, supported by many authoritative testimonies, your symposium offers to the public forum the possibility of knowing more fully what Pius XII achieved for the Jews persecuted by the Nazi and fascist regimes. One understands, then, that wherever possible he spared no effort in intervening in their favour either directly or through instructions given to other individuals or to institutions of the Catholic Church. In the proceedings of your convention you have also drawn attention to his many interventions, made secretly and silently, precisely because, given the concrete situation of that difficult historical moment, only in this way was it possible to avoid the worst and save the greatest number of Jews. This courageous and paternal dedication was recognized and appreciated during and after the terrible world conflict by Jewish communities and individuals who showed their gratitude for what the Pope had done for them. One need only recall Pius XII’s meeting on the 29th of November 1945 with eighty delegates of German concentration camps who during a special Audience granted to them at the Vatican, wished to thank him personally for his generosity to them during the terrible period of Nazi-fascist persecution.


Ladies and Gentlemen, thank you for your visit and for the research you have undertaken. Thanks also to the Pave the Way Foundation for its ongoing activity in promoting relationships and dialogue between religions, as witnesses of peace, charity and reconciliation. It is my great hope that this year, which marks the fiftieth-anniversary of my venerated predecessor’s death, will provide the opportunity to promote in-depth studies of various aspects of his life and his works in order to come to know the historical truth, overcoming every remaining prejudice. With these sentiments I invoke upon you and the proceedings of your symposium an abundance of divine blessings.


Traducción española (cortesía de La buhardilla de Jerónimo):


Estimado Señor Krupp, gentiles señoras y señores:

Es para mí un verdadero placer encontraros al término del importante simposio promovido por la Pave the Way Foundation, que ha contado con la participación de eminentes estudiosos para reflexionar juntos sobre la generosa obra realizada por mi venerado Predecesor, el Siervo de Dios Pío XII, durante el difícil período del siglo pasado, en torno a la segunda guerra mundial. A cada uno dirijo mi más cordial bienvenida. Saludo, en modo particular, al Señor Gary Krupp, Presidente de la Fundación, y le agradezco los sentimientos expresados en nombre de todos los presentes. Le agradezco por la información que me ha dado sobre cómo se han desarrollado vuestros trabajos en este simposio, en el que habéis analizado sin preconceptos los eventos de la historia, únicamente preocupados por buscar la verdad. Mi saludo se extiende a cuantos están unidos a vosotros en esta visita, y aprovecho la ocasión para enviar mi cordial saludo a vuestros familias y personas queridas.

Durante estos días, vuestra atención se ha dirigido a la figura y a la infatigable acción pastoral y humanitaria de Pío XII, Pastor Angelicus. Ha pasado medio siglo desde su piadosa muerte, que ocurrió aquí en Castelgandolfo, en las primeras horas del 9 de octubre de 1958, después de una enfermedad que redujo gradualmente su vigor físico. Este aniversario constituye una importante oportunidad para profundizar el conocimiento sobre él, para meditar su rica enseñanza, y para analizar completamente su obra. Mucho se ha escrito y se ha dicho de él en estas cinco décadas y no siempre se han puesto en su justa luz los verdaderos aspectos de su multiforme acción pastoral. El objetivo de vuestro simposio es precisamente hacer frente a algunas de estas deficiencias, conduciendo a un atento y documentado análisis sobre muchas de sus intervenciones, sobre todo aquellas que han sido a favor de los hebreos que, en aquellos años, eran atacados en toda Europa, de acuerdo al plan criminal que quería eliminarlos de la faz de la tierra. Cuando alguien se acerca sin prejuicios ideológicos a la noble figura de este Papa, además de quedar impresionado por su alto perfil humano y espiritual, es conquistado por la ejemplaridad de su vida y la extraordinaria riqueza de su enseñanza. Se aprecia la sabiduría humana y la intensidad pastoral que lo han guiado en su largo ministerio y, de modo particular, en la organización de la ayuda al pueblo hebreo.

Gracias a un vasto material documentado que habéis recogido, enriquecido por los múltiples y autorizados testimonios, vuestro simposio ofrece a la opinión pública la posibilidad de conocer mejor y más plenamente lo que Pío XII promovió y realizó a favor de los judíos perseguidos por los regímenes nazista y fascista. Se ve, entonces, que no escatimó esfuerzos, dondequiera que fuese posible, para intervenir a su favor, directamente o a través de instrucciones impartidas a otras personas o a instituciones de la Iglesia Católica. En los trabajos de vuestro congreso se han puesto en evidencia las no pocas intervenciones realizadas por él en modo secreto y silencioso precisamente porque, teniendo en cuenta las situaciones concretas de aquel complejo momento histórico, solo así era posible evitar lo peor y salvar el mayor número posible de judíos. Su valiente y paterna dedicación ha sido reconocida y apreciada durante y después del tremendo conflicto mundial por comunidades y personalidades hebreas que no dejaron de manifestar su gratitud por cuánto el Papa había hecho por ellos. Basta recordar el encuentro que Pío XII tuvo, el 29 de noviembre de 1945, con los 80 delegados de los campos de concentración alemanes que, durante una especial audiencia concedida a ellos en el Vaticano, quisieron agradecer personalmente la generosidad que el Papa demostró hacia ellos, perseguidos durante el terrible período del nazismo y fascismo.

Gentiles señoras y señores, gracias por vuestra visita y por el trabajo de investigación que estáis realizando. Gracias a la Pave the Way Foundation por la constante acción que despliega favoreciendo las relaciones y el diálogo entre las distintas religiones, de modo que ellas ofrezcan un testimonio de paz, de caridad y de reconciliación. Es mi vivo deseo que este año, que recuerda el 50º aniversario de la muerte de mi venerado Predecesor, ofrezca la oportunidad de promover estudios más profundos sobre diversos aspectos de su persona y actividad, para llegar juntos al conocimiento de la verdad histórica, superando así todo prejuicio. Con estos sentimientos, invoco la bendición de Dios sobre vosotros y sobre los trabajos de vuestro simposio
.

15 de septiembre de 2008

Para pedir la pronta beatificación de Pío XII


(Para uso privado)

Pidamos a Dios por intercesión de su siervo el papa Pío XII las cosas que
necesitemos tanto en el orden temporal como en el espiritual.
Se ruega comunicar las gracias concedidas a la

Postulazione della causa di beatificazione
e canonizzazione del Servo di Dio Papa Pio XII
Curia Generalizia della Compagnia di Gesù
Borgo S. Spirito, 4
C.P. 6139 / 00195 Roma (Prati)
Italia

13 de septiembre de 2008

carboni


Su Excia. Revma. Mons. Romolo Carboni, arzobispo titular de Sidón en Fenicia, nació en la localidad italiano de Fano (Las Marcas), el 9 de mayo de 1911. Ordenado sacerdote el 31 de marzo de 1934 para la diócesis de su ciudad natal, fue promovido al episcopado por Pío XII el 28 de septiembre de 1953, recibiendo la consagración el 25 de octubre de ese mismo año de manos del cardenal Pietro Fumasoni-Biondi, el influyente prefecto de la entonces Sagrada Congregación de Propaganda Fide (llamado el Papa Rojo), asistido de Mons. Antonio Samoré (más tarde ilustre diplomático y cardenal) y Mons. Vincenzo Del Signore, su antiguo obispo diocesano. Entre 1953 y 1959 fue delegado apostólico en Australia; de allí pasó al Perú, donde representó a la Santa Sede como nuncio cerca de diez años y, desde 1969 hasta su retiro en 1986, presidió la nunciatura apostólica ante Italia. Murió el 2 de septiembre de 1999.

A quien estas líneas escribe le tocó el privilegio de recibir la primera comunión y el sacramento de la confirmación de manos del nuncio Carboni hace ya muchos años. Tiempo después tuvo el honor de mantener con Su Excelencia correspondencia epistolar, de la que forma parte la carta que a continuación transcribe y que constituye hoy el valioso testimonio póstumo sobre Pío XII de un arzobispo que formó parte de la pléyade de prelados preconizados por este gran pontífice. Mons. Romolo Carboni supo de las inquietudes que llevaron a la fundación -en 1998- del SODALITIVM INTERNATIONALE PASTOR ANGELICVS y se prestó de buena gana y con gran deferencia a aportar su emocionado recuerdo del papa Pacelli. He aquí sus palabras:

"26 aprile 1997
(...)
Le scrivo alcune parole sul Papa Pio XII. Sì! Pio XII è un grande Papa, sotto tutti gli aspetti.
Ha una grande intelligenza, memoria, scienza, cultura (letteraria, filosofica, teologica, biblica, storica).
È tutto dedito alla preghiera, alla meditazione, alla Santa Messa e adorazione eucaristica, allo studio, alla composizione dei documenti pontifici.
Accoglie vescovi, sacerdoti, religiosi, religiose, laici, unomini, donne, capi di Stato, gobernanti, diplomatici, umili, poveri, malatti... sì!: tutti.
In tutti i suoi impegni ed appuntamenti è di una precisione straordinaria, fino al minuto, sì, fino al minuto con se stesso, con tutti.
È l'autore più citato dal Concilio Ecumenico Vaticano II.
È il grande ispiratore della Chiesa in questo secolo.
È un gran santo.
Dal Paradiso: segue, assiste, aiuta, benefica la Chiesa, il mondo intero, particolarmente le persone umili, povere, malate, sofferenti, le persone che hanno lavorato e lavorano nei dicasteri e negli uffici della Santa Sede.
(...)
+ Romolo Carboni
Arcivescovo titolare di Sidone, Nunzio apostolico,
molto vicino alla età di 86 anni: Deo gratias! "


Traducción española:

"26 de abril de 1997.

(...)
Le escribo algunas palabras sobre el papa Pío XII. ¡Sí!: Pío XII es un gran santo, en todos los aspectos.
Tiene una gran inteligencia, memoria, ciencia, cultura (literaria, filosófica, teológica, bíblica, histórica).
Está entregado totalmente a la plegaria, a la meditación, a la Santa Misa y la adoración eucarística, al estudio, a la composición de los documentos pontificios.
Acoge a obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, laicos, hombres, mujeres, jefes de Estado, gobernantes, diplomáticos, humildes, pobres, enfermos... ¡sí!: a todos.
En todos sus compromisos y citas es de una precisión extraordinaria, hasta el detalle -sí: hasta el detalle- con sí mismo y con todos.
Es el autor más citado por el Concilio Ecuménico Vaticano II.
Es el gran inspirador de la Iglesia en este siglo.
Desde el Paraíso: sigue, asiste, ayuda, beneficia a la Iglesia, al mundo entero, especialnmente a las personas humildes, pobres, enfermas, a las personas que han trabajado y trabajan en los dicasterios y en los oficios de la Santa Sede.
(...)

+ Romolo Carboni
Arzobispo titular de Sidón, Nuncio Apostólico,
muy cerca a la edad de 86 años: Deo gratias!"

9 de septiembre de 2008

Obispos de Pío XII se unen al cincuentenario pacelliano

De todos los obispos que fueron preconizados durante el largo pontificado de Pío XII (1939-1958) viven aún unos cuarenta, entre ellos tres cardenales (Sales, Angelini y Korec). El SIPA se puso en contacto con estos venerables prelados para recabar sus testimonios personales sobre el papa que los promovió al episcopado y al mismo tiempo para unirse de alguna manera a la conmemoración del cincuentenario pacelliano. A un mes exacto de la efeméride tenemos la satisfacción de informar que diez de ellos ya han respondido positivamente. He aquí sus nombres, los que consignamos por estricto orden cronológico de sus respuestas:

1. Excmo. y Revmo. Mons. Antonio Iannucci, Arzobispo Metropolitano emérito de Pescara-Penne (Italia), preconizado y consagrado en 1955.
2. Excmo. y Revmo. Mons. Antonio Rosario Mennonna, Obispo emérito de Nardò-Gallipoli (Italia), preconizado y consagrado en 1955.
3. Excmo. y Revmo. Mons. Jaime Luiz Coelho, Arzobispo Metropolitano emérito de Maringá (Brasil), preconizado en 1956 y consagrado en 1957.
4. Excmo. y Revmo. Mons. José de Jesús Pimiento Rodríguez, Arzobispo Metropolitano emérito de Manizales (Colombia), preconizado y consagrado en 1955.
5. Excmo. y Revmo. Mons. Bernardino Piñera Carvallo, Arzobispo Metropolitano emérito de La Serena (Chile), preconizado y consagrado en 1958.
6. Excmo. y Revmo. Mons. Alcides Mendoza Castro, Arzobispo Metropolitano emérito del Cusco (Perú), preconizado y consagrado en 1958.
7. Excmo. y Revmo. Mons. Wilhelmus Joannes Demarteau, M.S.F., Obispo emérito de Banjarmasin (Indonesia), preconizado y consagrado en 1954.
8. Excmo. y Revmo. Mons. José de Almeida Batista Pereira, Obispo emérito de Guaxupé (Brasil), preconizado en 1953 y consagrado en 1954.
9. Excmo. y Revmo. Mons. Raúl Marcelo Pacífico Scozzina, O.F.M., Obispo emérito de Formosa (Argentina), preconizado y consagrado en 1957.
10. Excmo. y Revmo. Mons. Karel Otčenášek, Arzobispo-obispo emérito de Hradec Králové (Chequia), preconizado y consagrado en 1950.

Cabe destacar que entre estos prelados se hallan:
- el segundo obispo más anciano del mundo, Mons. Mennonna, con más de 102 años de edad;
- el decano del episcopado mundial, Mons. Otčenášek, que lleva más de cincuenta y ocho años de obispo (le superaría el obispo de P'yong-yang en Norcorea, Mons. Francis Hong Yong-ho, preconizado y consagrado en 1944, pero fue dado por desaparecido durante la persecución comunista y lo más probable es que haya muerto), y
- dos de los obispos más jóvenes en la Historia moderna de la Iglesia: por orden de promoción, Mons. Otčenášek y Mons. Mendoza, ambos consagrados a la edad de 30 años.

De las respuestas de los Excelentísimos Monseñores -siendo todas muy valiosas y emotivas- queremos destacar la del Obispo emérito de Banjarmasin, que constituye un alegato y un llamado para reivindicar el buen nombre de Pío XII. Dice así en el original inglés:

"As far as I know, since the second world war up to now, Pope Pius XII was not so much respected and honoured by people, even those who are in the Catholic Church. He was considered having not much courage to address Hitler with his regime during the war which caused so much pain and bitterness among the people. If that accusation was false, surprisingly, why is there no any single effort has been made by the Church (officially or personnally) to deny that wrong accusation? In my opinion, the occasion of the Quinquagesimus annus ab obitu of Pope Pius XII should be an extraordinary occasion to remember him, and more, with an open heart and good will, to rehabilitate his name. Shouldn't we? I think this gesture will be remarkable by many people, especially those who knew him, without denying any kind of celebration to be done".

(Traducción española: "Hasta donde sé, desde la Segunda Guerra Mundial hasta hoy, el papa Pío XII no ha sido muy respetado y honrado por alguna gente, incluso entre quienes se hallan en la Iglesia Católica. Consideraron que no tuvo demasiado coraje para enfrentarse a Hitler y a su régimen, lo que causó mucha pena y amargura entre la gente. Si tal acusación era falsa, ¿por qué, sorprendentemente, no se ha hecho un solo esfuerzo por parte de la Iglesia (oficialmente o a título personal) para refutar dicha errónea acusación? En mi opinión, la ocasión del cincuentenario de la muerte de Pío XII debería constituir una extraordinaria oportunidad para recordarle y, lo que es más, para rehabilitar su nombre con corazón generoso y buena voluntad. ¿No sería nuestro deber? Creo que este gesto sería para muchos extraordinario sin perjuicio de cualquier otra clase de celebración").

Dejamos estas sabias palabras de Monseñor Demarteau a la reflexión de nuestros amables lectores, mientras manifestamos públicamente nuestra profunda gratitud tanto a él como a sus hermanos en el episcopado que han tenido la caridad y gentileza de escribirnos.

6 de septiembre de 2008

Una muestra más de infamia y mala fe

Nos resistíamos a publicar la reproducción del cuadro que ilustra esta entrada, para no hacer propaganda gratuita al sedicente "artista" que es su autor. Pero ha podido más la consideración de la oportunidad de mostrar cómo se las gastan los enemigos de Pío XII, que no se detienen ni siquiera ante el respeto debido a la Historia. Ni juzgamos, ni nos interesa hacerlo, los méritos formales que pueda tener semejante engendro, pero desde luego no puede ser llamado "arte", pues el Arte (con mayúscula) es una recreación de la Belleza y ello es indisoluble del respeto del Bien y la Verdad, según el axioma que en Filosofía nos enseñaron sobre los trascendentales del Ser: "pulchrum, verum et bonum in unum inter se simpliciter convertuntur" (lo bello, lo verdadero y lo bueno se vuelven uno). Una producción como la que aquí estamos viendo, que atenta impúdicamente contra la más elemental verdad histórica (pues pretende representar una escena que jamás se dio en la realidad, ni en los hechos ni en las intenciones) es un crimen de lesa justicia -que exige, por cierto, restitución de la buena fama conculcada- y una vergüenza para su autor y los que lo promocionan, y desautoriza, por supuesto, cualquier causa que se valga de ella para su propaganda. Y el caso es que precisamente el cuadro de marras formaba parte de una exposición de obras del pintor judeo-húngaro Moshe Galili sobre el tema "Holocausto y Humanidad", que tuvo lugar en 2004 en el Bruce Castle Museum de Haringey en Londres.

Durante el Tercer Reich hubo una amplia campaña gráfica de descrédito contra los judíos, en la que se les presentaba como siniestros complotadores contra la civilización occidental, a la que querían sojuzgar y poner bajo su férula implacable. Recordemos que por entonces tenían una gran aceptación los llamados Protocolos de los Sabios de Sión, un presunto plan de conquista del mundo por parte del poder hebreo aparentemete descubierto a finales del siglo XIX, por la misma época del primer Congreso Sionista de Basilea de 1897 (aunque no fueron publicados hasta 1903). Dicho libelo contribuyó en no poca medida a popularizar el estereotipo del judío -vestido de negro, de nariz ganchuda, con grandes orejas y un peligroso parecido a Lucifer- que se encuentran en las caricaturas malévolas que pulularon desde los años de entreguerra hasta los de la persecución nazi. Ahora bien, imaginémonos que alguien organizara una exposición sobre Historia del siglo XX y reprodujera, como representativas del papel desempeñado en ella por Israel, las caricaturas antedichas. Como mínimo se le acusaría de antisemitismo y se le llevaría ante los tribunales, sin olvidar que la muestra sería de inmediato clausurada. Eso por no hablar de la campaña intensiva de la prensa contra el desdichado y del hundimiento definitivo de su carrera.

Ahora bien, ¿por qué las asociaciones judías, que están siempre a la caza de cualquier expresión mínimamente sospechosa de antisemitismo, no intervinieron enérgicamente en su momento para hacer retirar el cuadro de Moshe Galili, que constituye una flagrante falsificación de la Historia y una indigna muestra de mala fe? No se puede exigir honestidad de los demás cuando no se la exige a los propios. ¿O sólo vale reivindicar la justicia en un solo sentido? Es más: ¿dónde estaban los idiotas útiles de la intelligentsia occidental, siempre dispuestos a colgarse las medallas de la lucha por los derechos humanos? ¿Por qué no pusieron el grito en el cielo contra este atentado al derecho elemental al buen nombre? La eterna doble vara de medir... Y es que sale barato atacar a la Iglesia Católica mientras se anda con mucho más tiento cuando se sabe que puede resultar caro con otras denominaciones religiosas. ¿Por qué, si no, nadie pinta o exhibe en exposiciones sobre el holocausto cuadros del gran muftí de Jerusalén Mohammed Amin al-Husseini, que aconsejó a Hitler exterminar a los judíos del Mahgreb y Palestina y ayudó a reclutar a musulmanes bosnios para las Waffen SS? Siendo así que en este caso sólo se estaría contando la estricta verdad.

Ya cuando apareció la primera edición del libro de John Cornwell con el título insidioso de El Papa de Hitler se vio una clara muestra de la deshonestidad habitual del lobby antipacelliano. La portada mostraba una foto en la que se veía al entonces cardenal Pacelli saliendo de la Cancillería de Berlín, como sugiriendo una connivencia con el Führer que databa de antiguo. Sin embargo, no se aclaraba que la imagen pertenecía a 1929, es decir cuatro años antes de la ascensión de éste al poder, y que el entonces nuncio apostólico en Alemania aparecía en ella después de despedirse del jefe de Estado de entonces, que no era Hitler, sino el anciano mariscal Paul von Hindenburg, último presidente de la República de Weimar. ¡Así se escribe la Historia!

5 de septiembre de 2008

Sobre ciertas cuestiones prácticas de la Peregrinación Romana internacional de octubre 2008




Muchas personas nos están preguntando cómo se va a organizar la Peregrinación Romana internacional en ocasión del cincuentenario de Pío XII, propuesta que hiciera el SODALITIVM INTERNATIONALE PASTOR ANGELICVS el año pasado, a través de algunos medios que de ello se hicieron eco, al anunciar el comienzo de un año pacelliano (véase, por ejemplo: http://www.catolicodigital.com/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=5214 o http://panodigital.com/ano-paceliano/a-49-anos-del-fallecimiento-de-pio-xii-comienza-el-ano-pacelliano).

Hasta hace algunos días no se sabía con certeza lo de la misa papal del día 9, por lo que se elaboró una agenda provisional a desarrollarse entre los días 7 y 12 de Octubre de 2008 y que constaría de los siguientes puntos:

- una visita guiada por los principales lugares relacionados con la vida de Pío XII en Roma
- misa y ofrenda floral ante su tumba en la cripta vaticana
- visita al pequeño museo dedicado a Pío XII que existe en una casa religiosa de Roma
- otras misas para los romeros, durante los días de la peregrinación, en distintas iglesias romanas (entre dichas misas está por confirmar una misa pontifical oficiada por un alto prelado).

Ahora, obviamente, el acto central y más importante de nuestro evento será, sin duda, la misa papal del día 9 en San Pedro, para la cual se están ya gestionando los billetes oportunos.

El SIPA se está encargando de organizar la agenda en sí en todos sus puntos, así como la coordinación una vez los peregrinos lleguen a Roma. Los aspectos de viaje y alojamiento corren por cuenta de los peregrinos, a los que ya desde el principio se ha urgido ha hacer sus previsiones en este sentido, dado que Roma es un destino muy solicitado y que este año coincidirá con la peregrinación el Sínodo de los Obispos, con lo cual existe mayor probabilidad que la normal de alta ocupación y poca disponibilidad. Así pues, urgimos a todos los interesados a que, si no lo han hecho ya, realicen las oportunas reservas para prevenir la ingrata sorpresa de no encontrar disponibilidades.

Entrando en cuestiones prácticas que nos han sido planteadas, por favor téngase en cuenta lo siguiente:

- Es preferible el aeropuerto de Fiumicino al de Ciampino, pues la comunicación con el centro es más fácil y fluida desde el primero. Hay también líneas aéreas de bajo coste que vuelan a Fiumicino.
- En cuanto a alojamiento, recomendamos contactar con el Hotel Casa Tra Noi (http://www.tranoi.it/Espanol/Home/tabid/193/Default.aspx). Tenemos inmejorable experiencia del mismo y tiene precios más que razonables. Otras opciones se encuentran en los motores de búsqueda como el de Venere (http://es.venere.com/hoteles_roma/?cur=EUR&kwp=416-288&r=1&ref=736937), Booking (http://www.booking.com/country/es.html?aid=303946;label=es-Ne7naphxebxhtjZ_tCRhXwS739474523;ws=&gclid=CL_wjfrYxJUCFQznlAod9lQkiw), edreams (http://www.edreams.es/edreams/espanol/hotels/hotels.jhtml), Logitravel (http://www.logitravel.com/hoteles/) y varios más que pueden encontrarse en Internet. También están las agencias de viajes convencionales.
- Es aconsejable la contratación de los seguros adicionales de viaje que ofrecen las distintas compañías de transporte. Es un suplemento pequeño pero muy útil en caso de cancelaciones, retrasos, modificaciones y otras eventualidades. Infórmense, de todos modos, sobre los seguros anejos al pago con tarjeta de crédito.

Una vez los peregrinos tengan decidido y confirmado el viaje, les rogamos tengan a bien inscribirse con nombre, teléfono de contacto, dirección de correo electrónico y, si lo estiman conveniente, también las señas del alojamiento en Roma, a nuestro correo: sodalitium@pastorangelicus.org para hacerles llegar ulteriores informaciones prácticas sobre Roma y el punto de encuentro de los peregrinos allí. La inscripción es gratuita.

Esperando haber satisfecho, al menos en parte, las inquietudes de nuestros amables lectores, les animamos con toda cordialidad a peregrinar en esta importante ocasión del cincuentenario de Pío XII, que esperemos sea el preludio de otra manifestación no lejana para celebrar la tan deseada beatificación del Pastor Angélico.

3 de septiembre de 2008

Confirmado: Misa Papal en San Pedro por Pío XII en su cincuentenario (1958-2008)


Gracias a la diligencia de nuestro querido amigo Francesco de la Buhardilla de Jerónimo podemos hoy confirmar la gran noticia: el jueves 9 de octubre próximo, a las 11:30 de la mañana, Su Santidad el Papa Benedicto XVI celebrará una solemne misa en conmemoración del cincuentenario del tránsito de su augusto predecesor Pío XII (1939-1958). Este acto se convierte, pues, en la manifestación más importante del año pacelliano y centrará la atención de la peregrinación internacional romana en honor de tan gran pontífice, de santa memoria. Puede verse la agenda de las celebraciones litúrgicas del Papa en el siguiente vínculo de la Prefectura de la Casa Pontificia: http://www.vatican.va/various/prefettura/it/udienze_it.html.
(Añadido el día 4.IX.2008:) También lo publica hoy Mons. Guido Marini, maestro de las celebraciones litúrgicas pontificas: http://www.vatican.va/news_services/liturgy/calendar/ns_lit_doc_20080101_calendar_it.html#OTTOBRE%202008.
Deo gratias!

En la festividad de San Pío X


ORACIÓN A SAN PÍO X POR LA BEATIFICACIÓN DE PÍO XII

(para uso privado)

Oh San Pío X, que fuiste el fuego ardiente que inflamó en renovada caridad a la Iglesia, te pedimos que ejerzas tu valimiento ante Jesucristo, de quien fuiste ejemplar vicario en esta tierra, a favor de la causa de tu sucesor Pío XII. Él, como tú, fue un gran defensor de nuestra fe y, siguiendo tus pasos, no dudó en desenmascarar y denunciar los errores de su tiempo, esos mismos que tú condenaste, pero que bajo nuevos ropajes pretendían contaminar de nuevo la doctrina católica. A ejemplo tuyo, celoso de la mayor gloria de Dios, promovió el verdadero culto, restaurando la sagrada liturgia de la Iglesia, obra del Cristo místico, y previniendo contra las desviaciones de celos, algunos bienintencionados pero los más temerarios y falsos. Emulando tu amor por las almas, que hizo de ti el Papa de la Eucaristía, quiso acercarles aún más el Pan de los Ángeles sin merma de la dignidad de tan alto sacramento. Fue un heraldo de la paz verdadera, la que es obra de la justicia, y se desvivió por preservarla lo mismo que tú, que ofreciste a Dios tu vida por ella. Y, cuando hombres impíos, desoyendo su llamado acuciante (como otrora hicieran con el tuyo), desataron la furia bélica sobre el mundo, no ahorró esfuerzos ni medios para socorrer a las atribuladas víctimas de la persecución y de la ruina moral y material. Pío XII fue un ferviente defensor de la civilización cristiana y de la ciudad católica, esas mismas que declaraste que no estaban por inventar ni por construir en las nubes, sino que han existido y existen. Él, al igual que tú, procuró fundamentar en ellas la sociedad humana, instaurándolo todo en Cristo y extendiendo así el reinado de Su Sagrado Corazón, cuyas riquezas quiso singularmente comunicar a todos los fieles. A ambos os unió la misma devoción a la Santísima Virgen María y os fue dado celebrar cada uno en su momento la gloria de su Inmaculada Concepción, definida por vuestro bienaventurado predecesor el beato Pío IX. A ti, pues, recurrimos hoy para que, así como franqueaste al joven Eugenio Pacelli el camino que lo llevaría a la sede de Pedro, así también allanes el que conduzca al Pastor Angélico Pío XII, que tuvo la dicha de beatificarte y canonizarte, a la gloria de los altares para poder tener pronto el consuelo y el gozo de honrarle e invocarle como a un nuevo intercesor ante Dios. Así sea.
Récese Pater, Ave y Gloriapatri

San Pío X, ruega por nosotros

2 de septiembre de 2008

Pablo VI y Pío XII



El más que probable anuncio -que debería producirse en estos días- de una capilla papal el próximo 9 de octubre, en la que el Santo Padre Benedicto XVI honrará la memoria de su augusto predecesor Pío XII en el grandioso marco de la Basílica de San Pedro, nos trae a la memoria otros homenajes de los que ha sido objeto el papa Pacelli por parte de los pontífices que le han sucedido en el sacro solio. En esta ocasión nos referiremos de modo particular a Pablo VI (1963-1978), que manifestó varias veces su admiración hacia aquel a cuya luz y bajo cuya sombra había servido a la Iglesia durante los largos años que estuvo en la Curia Romana.

Monseñor Giovanni Battista Montini fue nombrado por Pío XI substituto de la Secretaría de Estado y secretario de la Cifra el 16 de diciembre de 1937. De este modo entró en estrecha relación con el entonces cardenal Eugenio Pacelli, secretario de Estado desde 1930 (cuando substituyó al cardenal Pietro Gasparri). Trabajó al lado de otro gran hombre de Iglesia como fue monseñor Domenico Tardini (futuro cardenal, que dejaría escrito un testimonio vívido de su experiencia junto a Pío XII). Tanto éste como Montini fueron los dos pilares sobre los que se apoyó la política de la Santa Sede durante el pontificado pacelliano, especialmente después de la muerte, en 1944, del cardenal secretario de Estado Luigi Maglione.
Monseñor Montini desempeñó un importante papel durante los años trágicos de la Segunda Guerra Mundial. Pío XII le encargó ocuparse personalmente de la ayuda a los perseguidos, especialmente a los judíos romanos. En esta tarea fue ayudado por sor Pascalina Lehnert, la fiel gobernanta del Papa, que contribuyó con su disciplina y sentido del orden germánicos a organizar el socorro pontificio a los refugiados. Monseñor Montini distribuyó ingentes cantidades de dinero de la caja personal del Papa, de la cual atestigua que llegó a quedar completamente vacía. Gracias a esta acción humanitaria pudieron ser salvados de la deportación más de 4.000 judíos que hallaron asilo en el Vaticano, la villa papal de Castelgandolfo, monasterios, conventos y residencias propiedad de la Iglesia. Cuando el 19 de julio de 1943 fue bombardeado el barrio popular romano de San Lorenzo, Pío XII salió inmediatamente del Vaticano en su coche para llevar consuelo a las víctimas. Iba acompañado de monseñor Montini, que también asistiría como testigo privilegiado a la visita a los barrios Tuscolano y Prenestino cuando, a su vez, fueron bombardeados el 13 de agosto del mismo año. La blanca sotana papal manchada de la sangre de los infortunados quedaría para siempre impresa en la memoria del substituto.
El 29 de noviembre de 1952, Pío XII nombró a los monseñores Tardini y Montini pro-secretarios de Estado respectivamente de los Asuntos Eclesiásticos Extraordinarios y Ordinarios, con lo cual ampliaba las atribuciones de ambos. Dos años más tarde, monseñor Montini era preconizado arzobispo de Milán para suceder al cardenal Schuster, que acababa de morir. El 12 de diciembre fue consagrado por el cardenal Tisserant. Pío XII, que convalecía de una grave enfermedad que lo había puesto en trance de muerte, pronunció un discurso emocionado en honor del flamante titular de la sede ambrosiana que fue transmitido desde su habitación de enfermo. Algunos dijeron que el Papa, con este nombramiento, alejaba de Roma a un prelado incómodo sospechoso de simpatías políticas poco ortodoxas. Pero lo cierto es que en 1952, le había propuesto el cardenalato, lo mismo que a Tardini, dignidad que ambos consideraron que debían declinar.
Pasaron los años y el arzobispo de Milán, creado cardenal por el beato Juan XXIII, se disponía a entrar en el cónclave a la muerte del papa Roncalli en 1963 cuando estalló el escándalo de El Vicario, pieza teatral de Rolf Hochhuth en la que se vilipendiaba la memoria de Pío XII, presentándolo como un papa cobarde y cómplice de los nazis por su silencio sobre el holocausto. El cardenal Montini envió una enérgica carta de protesta al periódico británico The Tablet, que sería publicada siendo ya romano pontífice. Vale la pena copiarla por el valioso alegato que contiene de alguien que conoció muy bien al papa ultrajado:
«Me parece un deber contribuir al claro y honesto juicio de la realidad histórica, tan deformada por la seudorrealidad, propia del drama, haciendo notar que la figura de Pío XII que aparece en las escenas del Stellvertreter no muestra exactamente, es más, traiciona su verdadero aspecto moral. Puedo decir esto porque he tenido la suerte de estar cerca de él y de servirle cada día durante su pontificado, comenzando desde 1937, cuando él era todavía secretario de Estado, hasta 1954, por lo tanto, durante todo el periodo de la guerra mundial. La figura de Pío XII dada por Hochhuth es falsa. No es verdad que él fuera miedoso... Bajo un aspecto débil y gentil, bajo un lenguaje siempre elegante y moderado, escondía un temple noble y viril, capaz de asumir posiciones de gran fortaleza y riesgo. No es verdad que él fuera insensible o aislado. Era, por el contrario, de ánimo fino y sensible... Tampoco responde a la verdad sostener que Pío XII se guiara por cálculos oportunistas de política temporal. Como sería una calumnia atribuir a su pontificado cualquier móvil de utilidad económica. Que Pío XII no haya asumido una posición de conflicto violento contra Hitler, para evitar a millones de judíos la matanza nazi, no es difícil de comprender a quien no cometa el error de Hochhuth de juzgar la posibilidad de una acción eficaz y responsable durante aquel tremendo periodo de guerra y de prepotencia nazi, del mismo modo que se hubiera hecho en circunstancias normales, o en las gratuitas e hipotéticas condiciones inventadas por la fantasía de un joven comediógrafo. Si, como hipótesis, Pío XII hubiera hecho lo que Hochhuth le echa en cara, habría habido tales represalias y tal ruina que, terminada la guerra, el mismo Hochhuth podría haber escrito otro drama, mucho más realista e interesante que el Stellvertreter, puesto que por exhibicionismo político o por falta de clarividencia psicológica, habría tenido la culpa de haber desencadenado sobre el mundo, ya tan atormentado, una ruina y un daño más vastos, no tanto propio sino de innumerables víctimas inocentes. No se juega con estos temas y con los personajes históricos que conocemos con la fantasía creadora de artistas de teatro, no bastante dotados de discernimiento histórico y, Dios no lo quiera, de honestidad humana. Porque de otra manera, en el caso presente, el drama verdadero sería otro: el de aquel que intenta descargar sobre un papa los horribles crímenes del nazismo alemán».

Pablo VI quiso atajar la ola de infundios que se precipitó sobre la memoria de Pío XII, para lo cual mandó abrir los archivos secretos vaticanos y encargó a un equipo de tres jesuitas -los Padres Blet, Martini y Schneider- la compilación y publicación de los documentos concernientes a la acción de la Santa Sede durante los años bélicos del pontificado piano. El resultado fue la monumental obra en 11 volúmenes (12 tomos) que lleva por título Actes et documents du Saint Siège rélatifs à la Seconde Guerre Mondiale, ingente labor que se llevó a cabo entre 1965 y 1981 y que constituye un fundamentado mentís a las acusaciones contra Pío XII.
El papa Montini no ahorró oportunidades para demostrar públicamente su aprecio a su venerable predecesor. En 1965 mandó incoar el proceso de su beatificación (que sigue hasta ahora y se halla en un estado muy avanzado, gracias al trabajo de los Padre Molinari, vice-postulador, y Gumpel, relator). El 9 de octubre de 1968, tuvo capilla papal solemne en la Basílica Vaticana para conmemorar los diez años de su tránsito (de lo cual quedó constancia filatélica). El 7 de marzo de 1976, en fin, celebró el centenario del nacimiento de Pío XII, pronunciando una bella homilía que, después de ocuparse de su vida, culmina con estas emocionadas frases: "Tiembla Nuestra voz, palpita Nuestro corazón, dirigiendo a la venerada y paterna memoria de Eugenio Pacelli, el papa Pío XII, el afectuoso encomio de un hijo humilde, el devoto homenaje de un pobre sucesor. Recordad vosotros, romanos, a este vuestro insigne y elegido pontífice: recuérdelo la Iglesia, recuérdelo el mundo, recuérdelo la Historia. Muy digno es él de nuestra piadosa, agradecida y admirada evocación".
Pablo VI aprendió a ser papa junto a Pío XII. Les acomunaba la misma timidez, el mismo sentido trascendental de su misión, el mismo amor por la cultura y la misma consciencia de la dignidad como vicario de Cristo. Ciertamente, las circunstancias de ambos pontificados fueron distintas y diversas las políticas respectivas a ellas aplicadas. También en el gusto y la formación diferían Pacelli y Montini: el uno aristocrático y de cultura alemana; el otro burgués y de cultura francesa. A pesar de todo y a la luz de lo que antecede, no puede negarse que Pablo VI se sintió siempre unido de modo especial a su predecesor. El destino se encargaría de sugerir esa cercanía humana haciendo que el 6 de agosto de hace treinta años exhalara el último suspiro en este mundo en Castelgandolfo, tal como Pío XII.