
Barcelona años 30: la ciudad que vio Pacelli
EL CONGRESO EUCARISTICO DE BUENOS AIRES
Viaje del secretario de Estado del Vaticano
A BORDO DEL CONTE GRANDE
Durante su breve estancia en Barcelona, el eminentísimo cardenal Pacelli fue cumplimentado por las autoridades civiles y eclesiásticas y un gran número de fieles. Paseo por la ciudad. Despedida entusiasta

El transatlántico Conte Grande
Llegada del Conte Grande
A bordo del transatlántico italiano Conte Grande, que recaló ayer a las siete y media de la mañana, en nuestro puerto, procedente de Génova, llegó el eminente purpurado, monseñor Eugenio Pacelli, secretario de Estado de la Santa Sede y Legado de S.S. en el Congreso Eucarístico Internacional de Buenos Aires, que ha de celebrarse en la capital Argentina durante los días 10 al 14 del próximo mes de octubre.
En el palo trinquete del Conte Grande ondeaba la bandera pontificia, ofrenda de la Acción Católica Argentina. Con S.E.R. el cardenal Pacelli, llegaron el Mayordomo del Vaticano, monseñor Caccia Dominioni; el marqués de Sacchetti, monseñor Ruffini, de la congregación de Seminarios; el maestro de ceremonias, monseñor Grano, y el Comendador, monseñor Galeazzi, los cuales forman con el cardenal Pacelli, la Delegación Vaticana en el Congreso de Buenos Aires.
Acompañaban también al Legado Apostólico, cardenal Pacelli, el presidente del Comité Permanente de los Congresos Eucarísticos Internacionales y obispo de Namur, monseñor Heylen; el secretario de S.E.R. el cardenal Pacelli, monseñor Rossignani; Mons. Consilieri, obispo predicador del Vaticano; Mons. Bartolomasi, arzobispo castrense de Italia; los marqueses Pacelli, familiares de S.E.R.; el embajador de la Argentina en el Vaticano, señor Estrada, con su señora; algunos obispos de diferentes países, dignatarios eclesiásticos y buen número de congresistas italianos.
Como enviado especiald e L’Osservatore Romano figura en la expedición el distinguido periodista señor Cesidi Lolli.
Audiencias a bordo

A las nueve, pasaron a cumplimentar al ilustre purpurado, el Excmo, y Rvdmo. señor obispo de Barcelona, Dr. D. Manuel Irurita (foto), con el secretario de Cámara, Canónigo Dr. Ramón Baucells y el canónigo Dr. Vilaseca.
Recibió después la visita del Cardenal-Arzobispo de Tarragona, Dr. D. Francisco Vidal Barraquer. Por el Gobierno de la Generalidad acudió a saludar al Cardenal Pacelli, el consejero de Cultura, don Ventura Gassol, al que acompañaba el jefe de ceremonial, señor Rubi.
En representación del ministerio de Estado, rindió sus respetos a monseñor Pacelli, el se- cretario de embajada, D. José Carner, quien acompañó en todo momento a S. E. R. durante su breve estancia en Barcelona.
Representando al Ayuntamiento de nuestra ciudad, pasó a cumplimentar al Legado del Papa, el vicepresidente de la Asamblea municipal, Dr. Carbonell, acompañado del jefe de ceremonial, señor Ribé.
Saludaron asimismo al Cardenal Pacelli, el Presidente de la Junta Archidiocesana de Acción Católica de Cataluña, don Joaquín M. de Nadal, varios elementos de la citada Junta y el cónsul general de la Argentina en Barcelona, don José Mugía Linares, en representación del embajador y del Gobierno de dicho país.
A pesar de las numerosas audiencias recibidas por S. E. R. el Cardenal Paeelli, conseguimos entrevistarnos con el eminente purpurado, a quien ofrecimos nuestros respetos como representantes de LA VANGUARDIA.
Todas estas audiencias las recibió S. E. R. en su camarote, particular. Poco antes de las once, monseñor Pacelli se trasladó al salón de fiestas, donde recibió el homenaje de todas las representaciones de Congregaciones, Cabildo Catedral, Curia Eclesiástica, Colegio de Párrocos, otras dignidades eclesiásticas y destacadas personalidades de nuestra ciudad.
El Legado Apostólico bendijo a todos los reunidos, pronunciando la frase: «¡Dios bendiga a España¡», y expresando la íntima satisfacción que experimentaba la designación Pontificia que ostentaba.
Excursión al Tibidabo


Su Eminencia Reverendísima subió seguidamente a bordo, adonde se trasladaron a despedirle el Nuncio de S. S., el Excmo. señor Obispo, doctor Irurita; el Cardenal señor Vidal y Barraquer y los señores Carner y Gassol.
A las doce y cuarto, el majestuoso trasatlántico, terminadas las operaciones de desamarre, inició lentamente la marcha con dirección al puerto de Las Palmas, única escala que efectuará durante su viaje.
El público, como despedida, dedicó una estruendosa salva de aplausos a Su Eminencia Reverendísima, quien desde la barandilla del buque, no cesaba de bendecir a los fieles.
El Nuncio de S. S.

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