
Impresiones de un joven seminarista sobre la persona de
Su Eminencia el cardenal Eugenio Pacelli (Su Santidad Pío XII)
+ Barcelona, octubre de 2008.
Corría el año 1934, cuando el papa Pío XI envió en representación suya al Cardenal secretario de Estado, Eugenio Pacelli, a presidir en su nombre el Congreso Eucarístico de Buenos Aires en Argentina.
En su travesía de regreso desde la Argentina el barco en el que viaja el Cardenal hizo una escala en la estación marítima del puerto de Barcelona. Éramos muchos los que fuimos a saludarle: estaban presentes las autoridades civiles y multitud de gente. El seminario en pleno fue a la estación marítima. El Cardenal bajó del barco y fue saludado por todos. Pudimos comprobar el gran prelado que era y su gran dignidad como persona.
A mí personalmente me quedó grabado para siempre este maravilloso momento. Yo era tan sólo un adolescente y estaba en el seminario menor. Este acontecimiento marcó mi vida y reafirmó mi vocación sacerdotal. Pasaron los años y ya ordenado sacerdote, durante una peregrinación a Roma, pasando el Papa delante de mí en la silla gestatoria, logré alcanzar su mano. Grande era el gozo y el entusiasmo de la gente pero para mí fue una experiencia única.
En su travesía de regreso desde la Argentina el barco en el que viaja el Cardenal hizo una escala en la estación marítima del puerto de Barcelona. Éramos muchos los que fuimos a saludarle: estaban presentes las autoridades civiles y multitud de gente. El seminario en pleno fue a la estación marítima. El Cardenal bajó del barco y fue saludado por todos. Pudimos comprobar el gran prelado que era y su gran dignidad como persona.
A mí personalmente me quedó grabado para siempre este maravilloso momento. Yo era tan sólo un adolescente y estaba en el seminario menor. Este acontecimiento marcó mi vida y reafirmó mi vocación sacerdotal. Pasaron los años y ya ordenado sacerdote, durante una peregrinación a Roma, pasando el Papa delante de mí en la silla gestatoria, logré alcanzar su mano. Grande era el gozo y el entusiasmo de la gente pero para mí fue una experiencia única.
José Mariné Jorba, pbro.
1 comentario:
He descubierto con alegría que son muchas las personas que mantienen viva la Feliz Memoria de este Santo Pastor del siglo XX, que sigue alumbrando con su vida y doctrina nuestro peregrinar. Que continúen abriendo caminos de encuentro con la verdad en la red es el deseo de nuestra familia.
educazul.blogspot.com
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