El cincuentenario de la muerte de Pío XII va acercándose a su final con el 2008, pero el entrante será también un año pacelliano, propicio para continuar con las conmemoraciones que han ido teniendo lugar en todos estos meses. En efecto, se cumplirán en 2009 setenta años de la elección de Pío XII (2 de marzo de 1939) y de su coronación (12 de marzo de 1939), así como de su primera e importantísima encíclica Summi Pontificatus de 10 de octubre de 1939, la cual constituye una lectura católica y lucidísima de la situación internacional de entonces, dominada por el segundo conflicto mundial, que acababa de estallar porque los grandes de este mundo se negaron a oír la voz admonitoria de aquel que les previno de que “nada se pierde con la paz; todo puede perderse con la guerra”.
El SIPA está preparando un programa de actividades alusivas a estas efemérides que dará a conocer oportunamente, siendo el principal una misa pontifical en Roma, cuya fecha y hora exacta están por confirmar. En Argentina, el Comité del Cincuentenario de Pío XII se ha convertido en Comité Permanente con el fin de prolongar las celebraciones durante el septuagésimo aniversario del que hablamos. También en Rusia se están proyectando nuevas iniciativas para conmemorar este nuevo año pacelliano. En España se ha comenzado por hacer editar por cuenta del SIPA un sello de correos que recuerda la efeméride y que ya circula en su correspondencia, como una manera de honrar la memoria del gran papa.
No se puede negar que el 2008, gracias al cincuentenario, ha sido fecundo y ha contribuido a la revitalización del conocimiento de la persona, obra y pontificado de Pío XII, que parecía hasta hace poco relegado al olvido o al dominio de la maledicencia. Sin duda, las varias intervenciones de Benedicto XVI acerca de “su amado y venerado predecesor” han sido trascendentales por proceder de la más alta instancia de la Iglesia. Si ellas no prejuzgan del estado y del curso de su causa de beatificación, sí ponen de relieve la gran importancia que Eugenio Pacelli tiene para la Historia de la Iglesia y del mundo. La misa papal del 9 de octubre pasado constituyó el punto culminante de su jubileo y quedará como un hito de obligado recuerdo en los anales de las celebraciones pontificas.
Esperemos que en el 2009 se continúe en la misma línea y el septuagésimo aniversario del inicio del pontificado de Pío XII sea un acicate para profundizar en su magnífico magisterio –el cual, gracias a Dios, vuelve a ser citado– y una ocasión para incrementar su devoción y orar y trabajar para su pronta glorificación.
El SIPA está preparando un programa de actividades alusivas a estas efemérides que dará a conocer oportunamente, siendo el principal una misa pontifical en Roma, cuya fecha y hora exacta están por confirmar. En Argentina, el Comité del Cincuentenario de Pío XII se ha convertido en Comité Permanente con el fin de prolongar las celebraciones durante el septuagésimo aniversario del que hablamos. También en Rusia se están proyectando nuevas iniciativas para conmemorar este nuevo año pacelliano. En España se ha comenzado por hacer editar por cuenta del SIPA un sello de correos que recuerda la efeméride y que ya circula en su correspondencia, como una manera de honrar la memoria del gran papa.
No se puede negar que el 2008, gracias al cincuentenario, ha sido fecundo y ha contribuido a la revitalización del conocimiento de la persona, obra y pontificado de Pío XII, que parecía hasta hace poco relegado al olvido o al dominio de la maledicencia. Sin duda, las varias intervenciones de Benedicto XVI acerca de “su amado y venerado predecesor” han sido trascendentales por proceder de la más alta instancia de la Iglesia. Si ellas no prejuzgan del estado y del curso de su causa de beatificación, sí ponen de relieve la gran importancia que Eugenio Pacelli tiene para la Historia de la Iglesia y del mundo. La misa papal del 9 de octubre pasado constituyó el punto culminante de su jubileo y quedará como un hito de obligado recuerdo en los anales de las celebraciones pontificas.
Esperemos que en el 2009 se continúe en la misma línea y el septuagésimo aniversario del inicio del pontificado de Pío XII sea un acicate para profundizar en su magnífico magisterio –el cual, gracias a Dios, vuelve a ser citado– y una ocasión para incrementar su devoción y orar y trabajar para su pronta glorificación.
1 comentario:
muitos parabens por este blog.
também tenho um identico a este que fála de pio XII e de outros assutnos.
esperemos que pio XII seja santo e que se saiba toda a verdade deste grande papa da Igreja de uma grande época.
abraço,
Olga Teixeira
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